Reportaje


LA LILI

Por Alejandro Pinto,
Egresado de Post Grado
Realización Cinematográfica
Facultad de Artes Universidad de Chile
Director Cortometraje “La Lili”

Reparto
Lili: Catalina Aguayo
Rocío. Mirella Tironi
Julián: Jorge Rodríguez
Rubilar: Christian Montenegro

Formato
Cine: blanco y negro, 16mm
Duración: 24 minutos


LA EXPERIENCIA ACADÉMICA
Aún cuando todo se inicia muy formal, instalados en un aula de clases reconociéndonos para encontrar nuevos caminos, desde el primer momento está en nuestras mentes la motivación principal: dejar la silla para “hacer una película”, sin saber más, solo querer hacerla ya es suficiente. Da lo mismo si tienes un día de experiencia o muchos años, es de todas maneras una nueva primera vez y la tremenda oportunidad de conseguirlo.

Y allí empieza todo, los encuentros y desencuentros, los afanes y las fisuras, todo. Y nuestra película se hace cada vez más grande, ya no está solo en la cabeza, se interna en la piel y no te deja en la pasividad, ya no tienes vuelta atrás, la debes proteger y construirla como se merece. Ya no eres tú, es también ella, se aproxima, se construye, se sueña, te exige mejor preparación, rigor y cariño.

Independientemente de la experiencia o calificación de cada integrante del equipo, siempre será una primera vez, en todo el sentido de la palabra.

Primera vez que tienes que enfrentar el que contar, para que contarlo y por que contar una historia. Procesos que finalmente a alero de excelentes profesionales de la Universidad se inicia un recorrido que , si bien todos visualizamos resultados más o menos evidentes, se constituye en una primera vez. Y de allí lo asombroso, desde las primeras líneas del guión, la lucha de los personajes por nacer, el exquisitismo que otorga la fantasía y la real capacidad de hacerlo. Vientos de norte y sur que acompañan la creación de una obra que en el papel suena a una gran película.

Más, es el sentido de realidad al que finalmente cuando el conjunto de personas decide “rodarlo”. Es aquí en donde empieza la gran experiencia. “Otra cosa es con guitarra…” dicen algunos y tienen razón. Ya salió del papel, de las discusiones, de la mesa, del café y de la instantánea sombra de la prueba final. Pero allí está, como al principio, tu historia espera como lo hizo durante mucho tiempo para ser contada.



EL RODAJE
Ya algunos hicieron su pega y están listos para el gran momento; imprimir la historia, adornarla lo mejor posible y entregarla a un público que nunca supo de nada, sino que está expectante de ver otra historia más filmada.

Así nace “La Lili”, como tantas otras historias, que independiente de todo el recorrido, esfuerzo, tareas mejores y peores, debe ser presentada a una audiencia y dejarla que también cumpla con su parte.



EL VALOR DE EXPERIMENTAR Y APRENDER
Si bien la Universidad entrega plataformas, recursos, soportes técnicos y académicos para instalar en el gran público el producto de su enseñanza, me parece que el mayor logro que nos ha demostrado, es el valor de experimentar, de equivocarse, de entender haciendo, de componerse intentándolo y eso precisamente es la mejor experiencia, independientemente del resultado – que sin duda buscamos sea de excelencia- pero que no necesariamente está dentro de una lógica de cumplir tal o cual estándar.

Un año de crear y de creer, un mes de planificar el rodaje y una semana de encuentro con todos los elementos que suponemos deben coincidir y sobreponerse para conseguir un resultado.
Una semana envueltos en la magia de aprender a contar la historia desde el lente, desde el ángulo, desde la luz y la sombra, acompañados de hermosa gente de nuestro mar, de sus playas y rincones, que nos asombraron con sus atenciones sin descanso. Un equipo de compañeros que creyeron, que se engancharon, que aún están expectantes para la etapa final. Un grupo de actores de gran calidad, incorporados, sin condicionamientos, solo poniendo a disposición de la historia todo su talento.

Un equipo de profesores afanosos, claros, dispuestos a correr riesgos y a entregar lo que siempre debe ofrecer un maestro: herramientas, experiencia, disciplina y orientación, el resto vendrá solo.

Un equipo de producción de alto vuelo, competente, audaz, generoso, jugado, riguroso, artistas, hermanos y compañeros - aún cuando en su mayoría no participaron de la experiencia académica - se mostró fuerte, sólido en todos sus frentes, entregando su tiempo, esfuerzo y conocimientos porque creyeron siempre en el proyecto , sin duda todos creyeron en la historia, esa que está a punto de nacer y que necesitó de tantos y de tanta energía para inmortalizarse, esa es la emoción que me recorre y que finalmente construyen en mi, parte de los recuerdos. Aquellos que se construyen fuertes cuando tienes experiencias como estas, la magia de encontrarse en una caravana que supo donde partir, pero que todavía no sabe hasta adonde va a ser posible llegar. Seguiremos aprendiendo como la primera vez.


EL DIRECTOR
Con más de treinta años de trayectoria, el director Alejandro Pinto se ha desempeñado en diferentes áreas del quehacer artístico. Como músico, actor y director, estuvo radicado en el exterior por más de 25 años, regresando a Chile en 2003 luego de haber desarrollado su carrera y completado su formación profesional en diversos países de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa.

Posee grado académico en Artes Escénicas, Música, Comunicación Social y Audio Visual (cinematografía). Fue fundador de la Escuela para Actores de Ecuador, y ha realizado docencia artística por más de quince años. Ha dirigido proyectos de desarrollo Cultural en conjunto con UNESCO, AID y CEE, y ha dirigido más de 30 Obras Teatrales, Comedias Musicales, Cortos, Documentales y Series de televisión.


LA SINOPSIS
Lili es una hermosa joven prostituta que decide ir en la búsqueda de Julián, su padre, a quien no conoce y vengar el suicidio de Adela, su madre. Antes de quitarse la vida Adela revela a Lili que ella es producto de una violación por parte de Julián, hijo del dueño de la Fuente de Soda en la que trabajaba como mesera durante años en Calama.

Lili emigra a Papudo, balneario en donde Julián tiene un bar y se hace emplear también como mesera. Ya instalada y en complicidad con Rocío, una cantante de boleros y conviviente de su padre, planean una cruel venganza ya que ambas descubren el odio que tienen hacia Julián.

Cada noche, discretamente Lili ejerce la prostitución con selectos clientes que la buscan especialmente. Ella juega con cada conquista y realiza curiosos juegos sexuales.
Su relación con los hombres es descubierta por Rubilar, un empleado del local, un fanático religioso que asegura que ella está poseída por el demonio y que en su cuerpo se ha encarnado el espíritu de Lilith, la primera mujer de Adán, expulsada al infierno por lujuriosa y seductora de la oscuridad.

Así se desarrolla un cortometraje desgarrador, visceral y conmovedor, que muestra el mundo tenebroso al que nos conducen los personajes corrompidos por el odio y la venganza.


LOS PROTAGONISTAS
El actor Jorge Rodríguez personifica a Julián. Para él la experiencia de rodar “La Lili” fue fugaz, como en esos momentos en que a uno se le pasa el tiempo volando. “Sin darme cuenta rodamos el corto, la película alcanzó con lo justo y había finalizado el rodaje de “La LiLi”. En el recuento, lo que había sido ensayado por el director, lo planificado por los productores y el aporte de los actores, quedó fundido en el celuloide”, señala con entusiasmo.

Pero de entre todas las facetas, la que más destaca es la del trabajo en conjunto “El equipo había creado la película. Creo que el aprendizaje creativo del rodaje, la paciencia del director y el "sentido de equipo" que se creo en todos los participantes en el hecho artístico fue lo más destacable de la experiencia”. Una de las facetas más destacables de este rodaje fue el afiatamiento que existió entre las diferentes unidades que componen una producción de este tamaño.

Rodríguez se muestra feliz con su participación en “La Lili”, tanto por su experiencia profesional como artística. “Estoy contento. Fui participante de un hecho único, pues reafirmé lo más básico; que el trabajo en equipo es fundamental para el buen resultado de un proyecto artístico”. “Espero ansioso ver la película en la pantalla”, concluye.

En tanto Mirella Tironi, quien interpreta a Rocío (tía de Lili) en el cortometraje, no olvida su primera reacción ante la primera lectura del guión: “¡Que buen guión! Mi imaginación creadora volaba y jugaba entre frase y frase, no quería abrir los ojos para no desconcentrarme”. Su personaje, una mujer acabada, consumida por las drogas y el alcohol le fascinó. “Me permitía descubrir un mundo que había visto bastante de lejos pero que no lo había capturado. La soledad, la tristeza, la desolación, la amargura, el desamor fueron mis herramientas para la creación de mi Rocío”.

La conexión con el personaje fue inmediata y la química entre Mirella y Rocío instantánea, gracias a la simpleza de su carácter. Ella lo grafica así: “(Rocío) con un vestuario improvisado, un cigarrillo, la melodía de sus canciones, los labios bien pintados, hermosos y llenos de whisky. Es increíble como un elemento sustenta tu personaje. Y ese era el de ella: esa copa con ese olor”. Fue esta autenticidad la que atrajo a Mirella y la llevó a representar a uno de sus personajes favoritos en toda su carrera.

LILI CORTOMETRAJE. UNIVERSIDAD DE CHILE.ARTEAMERICA.MARKETING CULTURAL

“Cuatro seres solitarios se encuentran envueltos en una extraña leyenda bíblica“.


Llenos de odio, resentimiento y culpa por un pasado cruento que les tocó vivir, deambulan en el sórdido mundo de la noche y se enfrentan a un drama lleno de venganza incrustado en una envolvente historia de pasiones ocultas que emergen y transitan refugiadas en un manto de perversión sin límites…”


SINOPSIS / PELICULA LILI / ARTEAMERICA / MARKETING CULTURAL / CHILE

SINOPSIS / PELICULA LILI
Lili es una hermosa joven prostituta que decide ir en la búsqueda de Julián su padre que no conoce y tomar venganza  por haber provocado  el suicidio de Adela, su madre, quien antes de quitarse la vida, le cuenta que ella es producto de una violación por parte de Julián, hijo del dueño de la Fuente de Soda en que trabajaba como mesera durante muchos años en Calama.
Emigra a Papudo, balneario en donde Julián tiene un bar y se hace emplear también como mesera. Ya instalada y en complicidad con Rocío, una cantante de boleros, conviviente de su padre, planean una cruel venganza ya que ambas descubren el odio que tienen hacia Julián.
LA LILI